26 septiembre 2006

Sucesión e igualdad

A pie de la noticia del embarazo de la princesa Doña Leticia, se debatía hoy en la Cadena Ser sobre la cuestión sucesoria de la Corona y, más concretamente, sobre la reforma del artículo 57 de la Constitución para acabar con la discriminación que supone la prevalencia del hijo varón en el orden sucesorio. Uno de los argumentos que se esgrimían a favor de la reforma era el hecho de faltar al principio de igualdad tan presente en el texto constitucional. Evidentemente es discriminatorio, pero lo es también que se discrimine por el orden de nacimiento. ¿Por qué el primer hijo es más adecuado para ser rey que el segundo, o el tercero? Y ya puestos a debatir sobre la igualdad, ¿por qué una familia ha de gozar de privilegios sobre las demás familias, sobre los demás españoles?


23 septiembre 2006

Pedir perdón

Quisiera saber en qué escuela estudió el sr. Aznar. Más que nada para no llevar a mis hijos allí. En referencia a la polémica suscitada por las palabras del Papa de Roma, este señor dijo en un discurso público en Washington que “ningún musulmán me ha pedido perdón por ocupar España durante 8 siglos”. Yo no sé qué historias le contarían. Por mucho que se esfuerce, la realidad es que España no fue creada por Dios en el origen de los tiempos, aunque algunos se empeñen en recordarnos el origen católico de Isabel de Castilla y de Fernando de Aragón. La realidad es que España no existía cuando los árabes invadieron, como muchos otros hicieron antes, la península llamada ibérica. Lo que existía era el reino visigodo de Toledo. Así que no tiene sentido reprocharles a los musulmanes que no hayan pedido disculpas por haber invadido España, ya que de hecho, ésta no existía como entidad política, es más, ni siquiera existió durante el reinado de los reyes católicos. Pero aún en el caso de que hubiera sido así, lo que se le pide al Papa no es que se disculpe de algo que pudiera llegar a haber hecho algún antepasado suyo. No. Lo que se le pide es que se disculpe por sus palabras, que es bien distinto.


Imagen tomada de MundoCruel.com


18 septiembre 2006

Más democracia, por favor


Philip Pettit, en una entrevista de Eduardo Moreno para sinpermiso, comenta que aquello que nos distingue como seres humanos es la capacidad de influenciar en el otro mediante la razón, aunque no siempre ha sido, o es, así. Y añade que el uso de la razón es algo tan natural como el respirar. Aboga así por una organización de la sociedad en la que nadie imponga su voluntad mediante mecanismos coercitivos intimidatorios de ningún tipo. Ni siquiera el Estado. Éste, bajo el control de la ciudadanía, debería de velar por reducir lo que el autor denomina los niveles privados de control incontrolado.

Ahora bien, esta capacidad de solucionar conflictos y llegar a acuerdos, de establecer un marco de convivencia razonando, debe apoyarse en unos principios que garanticen la libertad de cada uno. Estos principios, duda Pettit, que puedan sustentarse en únicamente razones personales, como afirman los contractualistas, ya que esto -el considerar solo las razones personales- podría dejar fuera de toda consideración cuestiones que podríamos situar a un nivel superior como la paz, la justicia o la felicidad (por continuar citando a Pettit).

Esto apunta a un modelo de sociedad donde la noción de democracia forzosamente debe de expandirse, y escapar del corsé que tejieron para ella, allá en los inicios del siglo XIX, los primeros liberales. La democracia liberal debe dejar paso a una democracia participativa y directa, sin centros de poder, o en caso de que los haya, mucho más próximos a la ciudadanía. El desencanto actual con la política populista que vivimos, con unos políticos abocados al desprestigio del adversario político con miras únicamente electoralistas, y golpes de efecto en función de la respuesta, o de la sensación, que se tiene del electorado, sin una política seria de compromiso, ha llevado a la ciudadanía, o por lo menos a una parte de ella, a buscar otras formas de identidad y acción política más allá de las ideologías y los partidos políticos. La ciudadanía encuentra en los nuevos movimientos sociales una alternativa a la política tradicional. Los movimientos altermundialistas buscan formas de participación en la cosa pública que escapen a este corsé, a este "yo me lo guiso, yo me lo como" que es la política actual. Se han de ampliar las miras, se han de ampliar las formas de participación ciudadana y dejar de estar hipotecados por cuatro años renovables a unos políticos demasiado lejanos y preocupados nada más de salir en la foto.


11 septiembre 2006

Nuevos medios de comunicación


En el pasado número del mes de agosto de Le Monde Diplomatique (páginas 21 y 22) apareció un artículo del sociólogo Manuel Castells sobre las nuevas formas de comunicación. En él se pone sobre la mesa lo que todos ya sabemos: el papel decisivo que pueden llegar a jugar los medios de comunicación en el ámbito político.

A lo que se refiere Castells concretamente en su artículo es a lo que él denomina "Mass Self Communication", algo así como Comunicación Masiva Individual, que vienen a ser redes de comunicación básicamente mediante internet y los teléfonos móviles. Concretando un poco más, se refiere a los SMS, blogs y sistemas de mensajería instantánea con voz, entre otros. Según el autor, cada segundo se crea un blog en el mundo. Son una "forma social de comunicación que, aunque masiva, es producida, recibida y percibida individualmente".

Castells toma mano del sentido amplio del término "político", entendiendo la democracia como la participación activa en la cosa pública. Y es precísamente en este contexto en el que estas nuevas formas de comunicación adquieren relevancia, como una manera de participar en lo político más allá de las escasas consultas electorales que, por otro lado, tampoco seducen a una ciudadanía desencantada como lo demuestra el nivel de abstención de los últimos referéndums: Constitución Europea y Estatut de Catalunya, donde más de la mitad del electorado se abstuvo. En este sentido habría que agradecer al Partido Popular su empeño y labor para aumentar el índice de participación que hubo en las pasadas elecciones generales, que por otra parte, no acaba de disimular la actual crisis de legitimidad política.
Estas nuevas formas de comunicación han demostrado sobradamente su capacidad de movilización e influencia. En España solo cabe recordar las elecciones generales de marzo de 2004. Ya nadie duda de ello, es por eso que asistimos a la batalla por el control de los flujos de influencia. Medios de comunicación tradicionales y movimientos sociales los han adoptado. Parece ser que hay mucho en juego.


10 septiembre 2006

Sugerencias y críticas

Aquí podéis colgar aquellas sugerencias y críticas que tengáis, que serán bien recibidas (siempre que sean serias), de las que me encargaré de responder "religiósamente". Ya de antemano os doy las gracias por vuestra participación.


Declaración de Intenciones

En esta declaración de intenciones no pienso enumerar un listado de todo aquello que pretendo con el inicio de este blog (o bitácora) porque entre otras cosas desconozco la dimensión que puede llegar a tener. Sin embargo, me parece evidente que cuando se decide abrir un blog se hace con una determinada intención. De ahí que pretenda con esta "declaración de intenciones" definir de alguna manera cuales son las motivaciones que me han impulsado a crearlo y, a su vez, intentar delimitar un mínimo de reglas del juego.

No se trata de un blog personal, a pesar de que el título esté excesivamente personalizado. Mi intención, en un sentido genérico, es poder llevar a cabo algún tipo de debate con todas aquellas personas que quieran participar del mismo entorno a algunos temas sociales (también políticos) que me causan cierto interés o inquietud. Con ello no busco polemizar, sino entender mejor como es el mundo en el que vivimos.

Una vez me dijeron que llevar un blog consume tiempo, y eso es algo de lo que no disponemos en abundancia. Así que mi intención no es dedicarle excesivo tiempo, aunque si que me gustaría tener una cierta regularidad estableciendo unos mínimos. En principio me daré por satisfecho si publico un artículo semanal y respondo a posibles comentarios que puedan haber, aunque tampoco pretendo ni tengo por qué ser yo quién responda, ya que mi intención es generar debate entre aquellos que quieran participar.

Los artículos no tienen por qué ser míos propios, pueden ser comentarios de otros escritos (de revistas, de libros, de artículos de diarios,...).

Siempre que se cite a algún artículo, o que se aporte algún dato, pediría que en la medida de lo posible se incluya la debida referencia (eso siempre da más credibilidad a lo que se dice, y facilita a los demás lectores y participantes consultar la fuente original).

No hace falta decir que admito sugerencias para la mejora del blog, y también críticas, por supuesto, y que estoy abierto a discutirlas y aplicar aquello que sea una mejoría.